Términos como sostenibilidad, economía circular, huella de carbono o responsabilidad medioambiental están cada vez más presentes entre la ciudadanía, que cada día está más concienciada y tiene en cuenta estos criterios para que sus decisiones de consumo tengan el menor impacto posible.
La economía circular es una alternativa al modelo lineal tradicional que busca aprovechar al máximo los recursos reintroduciéndolos en el proceso productivo como nueva materia prima y reducir así la generación de residuos. La transición de la economía lineal a la circular necesita compromiso, innovación e inversión, pero no solo es una necesidad en términos ambientales y sociales, sino que va a ser uno de los requisitos para acceder a los fondos del Plan Europeo de Recuperación Next Generation.
Pero ¿cómo podemos validar el compromiso de las empresas con la economía circular y que realmente se estén llevando a cabo cambios en su favor? La normalización y la certificación son herramientas para solucionar este punto. De hecho, la industria de los plásticos ha puesto en marcha varias certificaciones circulares para que sus empresas puedan implantar cambios y buenas prácticas para demostrarlo.
Entre esas certificaciones circulares está la de Operation Clean Sweep ®, OCS, una verificación desarrollada conjuntamente entre ANAIP y AENOR que muestra que una empresa no solo se ha comprometido a implantar buenas prácticas para evitar las fugas involuntarias de granza de plástico, sino que efectivamente las ha puesto en funcionamiento y ha concienciado a su plantilla sobre su importancia. La empresa CONTENUR fue la primera empresa española en obtener esta certificación en abril de 2019 y desde entonces la han obtenido 17 plantas de 12 empresas: ABN, aspla, Contenur, Cygsa, Naandanjain Iberia, Pañalón, Plastigaur, Polytherm, Silo Tank, Tradilo, Transtello Miajadas y Neupex. Hay más información sobre esta certificación en la página web de OCS.
En la imagen de la izquierda, Íñigo Querejeta, Director General de CONTENUR, recibe la certificación de manos de Rafael García, CEO de AENOR. A la derecha, Fernando Benito, Responsable de I+D, Calidad y Medioambiente de Plásticos Vanguardia y José Luis Diego, Director de la empresa, sostienen la certificación que les ha entregado Rafael García. A su izquierda, Ignacio Canales, Director General Comercial del Grupo Armando Alvarez y Luis Cediel, Director General de ANAIP.
El CEO de AENOR, Rafael García Meiro, entregó a representantes de la empresa Plastigaur de dos nuevas certificaciones circulares: la de Operation Clean Sweep® (OCS) y la de de Porcentaje de uso de plástico reciclado posconsumo.
Otra de las certificaciones circulares que ha puesto en marcha AENOR con el apoyo de ANAIP ha sido la de porcentaje de uso de plástico reciclado posconsumo. En febrero de 2020 se entregó la primera de estas certificaciones a Plásticos Vanguardia por la fabricación de una línea de envases con un 30% de material reciclado proveniente del posconsumo, es decir, el generado por los usuarios de los productos al final de su vida útil.
Para llevar a cabo esta verificación, AENOR ha establecido un esquema de certificación basado en los requisitos recogidos en la Norma UNE-EN 15343 de Trazabilidad y evaluación de la conformidad del reciclado de plásticos y contenido en reciclado.
La última certificación circular que se ha puesto en marcha es la de trazabilidad del plástico reciclado, entregada por primera vez a Reciclados La Red en octubre de 2020. ANAIP participó en el desarrollo de esta certificación para la que AENOR ha establecido un esquema basado en los requisitos recogidos en la Norma UNE-EN 15343, comprobando el sistema de trazabilidad aplicado por la organización para el reciclado de plásticos de origen posconsumo desde la entrada del residuo hasta la producción de la materia prima final reciclada en forma de granza, finalizando con la caracterización de los lotes de producto final para suministrar a los clientes.
Reciclados La Red obtuvo el prmer certificado de AENOR de trazabiliad de plástico reciclado.
Estas certificaciones son herramientas para que las empresas de la industria puedan demostrar su aplicación de los principios de la economía circular, un valor añadido con el que ganan en diferenciación y que les permite acceder a nuevos mercados con la garantía de una entidad imparcial e independiente. Son una muestra más de que la industria de los plásticos es una industria comprometida con el desarrollo pero también con la sostenibilidad.