¿Estamos usando correctamente los bioplásticos?

Bioplástico, biobasado, compostable, biodegradable ¿Sabemos las diferencias entre estos términos y cómo afectan a la forma en que deben reciclarse?

Por ejemplo, el término biobasado indica que el plástico deriva de fuentes renovables pero no todos son biodegradables. La biodegradabilidad es independiente de que el plástico proceda de un biopolímero o no.

Los plásticos biodegradables son la opción óptima en los casos en los que su uso ofrece ventajas para la gestión del residuo. Aquellas aplicaciones en las que es beneficioso poder depositar el residuo junto con la materia orgánica para compostar y generar compost de calidad. Para ello se utilizan los plásticos biodegradables compostables en condiciones de compostaje industrial. Se utilizan en bolsas de basura para la fracción orgánica y en aplicaciones de envases como las cápsulas de café, monodosis de contenido graso, bolsas de compra que se pueden reutilizar para la recogida de la fracción orgánica o la vajilla monouso. También se puede optar por un plástico biodegradable en aplicaciones en agricultura.

Aunque el término biodegradable supone que al menos el 90% de sus materiales se descomponen por la acción biológica en un plazo de 6 meses, la Norma Europea UNE-EN 13432:2001 (Requisitos para el embalaje recuperable a través del compostaje y la biodegradación – Esquema de prueba y criterios de evaluación para la aceptación final del envase) señala que una bolsa es compostable si es biodegradable y el proceso de descomposición se completa en un máximo de 3 meses. Por lo tanto, no todas las bolsas que se identifican como biodegradables son también compostables.

A través de la certificación se garantiza que el producto puede ser compostado, ASOBIOCOM recomienda a los usuarios comerciales o minoristas de productos biodegradables compostables exigir el número de certificación, pues ésta es la forma de asegurar el cumplimiento con la norma y la biodegradabilidad (en condiciones de compostabilidad) del producto.

En 2016, la producción mundial de bioplástico ascendió a 4,2 millones de toneladas. Las previsiones son que, para 2021, la demanda alcance los 6,1 millones.

Esta noticia ha sido publicada en la revista Plasturgia (puede verse en este enlace) y hemos añadido los comentarios de ASOBIOCOM, la Asociación Española de Plásticos Biodegradables Compostables.