La humanidad ha intentado siempre dejar constancia de su paso por el mundo. Desde las primeras pinturas rupestres de la época de los neandertales, hasta la era de Instagram, las personas hemos sentido la necesidad de documentar los momentos más importantes de nuestro día a día. Una pulsión para la que la invención y, sobre todo, la democratización de la fotografía ha supuesto un antes y un después.
En este post aprovechamos la celebración del Día Internacional de la Fotografía, el 19 de agosto, para hacer un recorrido por la historia de esta disciplina a la que los materiales plásticos también han hecho grandes aportaciones.
Empecemos explicando el motivo por el que este día internacional se celebra el 19 de agosto: la fecha conmemora el día de la presentación oficial de la patente del daguerrotipo, el primer proceso fotográfico, en 1839. El daguerrotipo fue inventado por Louis Daguerre, un pionero francés en el campo de la fotografía. El proceso consistía en plasmar imágenes permanentes sobre una superficie de plata pulida expuesta a vapores de yodo que producía una imagen positiva en un espejo de plata que mostraba la imagen nítida. La invención del daguerrotipo marcó un hito en la historia de la fotografía, ya que permitió captar imágenes con una precisión sin precedentes y abrió las puertas a la evolución de la fotografía. El tiempo de exposición para conseguir estas imágenes permanentes era muy alto, de diez minutos en condiciones de mucha luz. Además, al no haber negativo, las imágenes resultantes eran piezas únicas que no se podían reproducir.
En los siguientes años, la fotografía fue evolucionando y simplificando el proceso de la mano de avances como la posibilidad de conseguir imágenes directamente sobre papel, gracias a Hippolyte Bayard; o la llegada del calotipo, inventado por Henry Fox Talbot, primer procedimiento negativo/positivo que permitía multiplicar una misma imagen gracias a la obtención de un negativo sobre el papel de cloruro de plata.
Los siguientes avances se centraron en reducir los tiempos de exposición, controlar la luz necesaria para obtener la imagen, para lo que el obturador es fundamental; y la introducción del color.
Desde entonces hasta nuestros días, la fotografía ha evolucionado a pasos agigantados hasta conseguir democratizar esta disciplina y generalizar su uso. Hoy en día cualquier persona que tenga un teléfono móvil puede hacer fotos de buena calidad y acceder a cámaras de fotos réflex, ya sean analógicas o digitales, está al alcance de cualquier aficionado a la fotografía.
La evolución de la fotografía ha tenido un importante aliado: además de la aportación básica de la óptica, los plásticos se utilizan en el cuerpo de las cámaras, los objetivos o las películas fotográficas, contribuyendo a mejorar la calidad, la accesibilidad y la versatilidad de la fotografía.
Uno de los avances más significativos en la historia de la fotografía fue el desarrollo de la película fotográfica, que reemplazó los procesos más tempranos. Las películas están hechas de una base de plástico, generalmente acetato de celulosa o poliéster, recubierta por una emulsión sensible a la luz que captura las imágenes. Estas películas permitieron la producción masiva de rollos, haciendo accesible la fotografía para aficionados y profesionales por igual. Las películas de color, también a partir de materiales plásticos, supusieron toda una revolución de la fotografía, añadiendo un nuevo nivel de realismo y expresión artística a las imágenes.
En las cámaras modernas, la mayoría de los objetivos están fabricados con lentes de plástico. Los avances en materiales plásticos han permitido crear lentes ligeras y económicas, sin que suponga pérdida de calidad óptica.
Los plásticos también están presentes en las carcasas y los cuerpos de las cámaras. Al igual que con los objetivos, el uso de estos materiales ha permitido que las cámaras sean más ligeras y asequibles para el público general. Estos materiales también se usan en los filtros fotográficos que se utilizan para modificar los colores, la intensidad de la luz o el contraste en una imagen.
La fotografía ha influido en nuestra cultura y nuestra sociedad a lo largo de los años, convirtiéndose en una disciplina artística y documental que nos permite capturar recuerdos y narrar historias. De hecho, las fotos nos han facilitado acerarnos a la historia del mundo desde que comenzaron a utilizarse en los periódicos para ilustrar noticias a finales del siglo XIX, hasta la actualidad, cuando nos acompañan en nuestro teléfono móvil y nos permiten documentar cualquier momento de nuestro día a día.
