21/06/2017

La opinión de GCR Group: «¿De verdad el plástico mata?»

Plastic kills. O eso es lo que dicen los escaparates de una tienda de ropa y regalos reconocida por su responsabilidad medioambiental. Esta tienda, que se define en su manifiesto como “sinónimo de amor a la naturaleza y de respeto por la vida”, se ha unido a la campaña anti-plástico promovida por Plastic Pollution Coalition de una manera muy visible: vendiendo botellas de acero inoxidable y bolsas y camisetas de algodón con el emblema “Plastic Kills” impreso. 

Puesto que somos una empresa que fabricamos plásticos –un material al que, por cierto, todavía no se le ha encontrado ningún competidor que cumpla los mismos requisitos y aporte las mismas ventajas– y que estamos altamente comprometidos con el medio ambiente, nos hemos visto obligados a escribir esta entrada.

En este artículo no pretendemos explicar cómo el plástico tiene un menor impacto ambiental que otros materiales para muchas de sus funciones. No porque no sea verdad, sino porque esto ya lo han explicado diversos científicos e investigadores en numerosos Análisis del Ciclo de Vida (ACV) como éste en el que se analizan las distintas opciones de bolsa para el supermercado elaborado por la Environment Agency de Reino Unido donde se muestra que la bolsa de algodón* como la que vende esta tienda, debe reutilizarse 131 veces para que sea más sostenible que la de plástico. Así que, si la de plástico se reutiliza una sola vez, la de algodón ya debe hacerlo 262 veces para ser más sostenible. O el estudio Plastic Vs cardboard: which is greener in packaging? elaborado por la Universidad de Exeter para Riverford Organic Food, una empresa de comida orgánica que decidió estudiar las posibilidades de packaging más sostenibles para su empresa. Curiosamente, resultó ser más sostenible hacer su packaging en plástico que en cartón. O este ACV donde se demuestra que una botella de acero inoxidable* (sí, exactamente igual a las que vende esta tienda) se tiene que utilizar 500 veces para que sea más sostenible que la botella de PET, por lo que si se reutiliza una vez la botella de PET, ya son 1.000 las veces que hay que utilizar la botella de acero inoxidable. (Sobre el ACV del plástico en comparación con otros materiales en packaging, bolsas u otras aplicaciones hay más estudios que encontraréis fácilmente en Internet, pero os dejamos alguno más por si os interesa aquí y aquí). 

Pero como hemos dicho, este artículo no va de esto. Porque esto ya está demostrado y probado (científicamente). Esta entrada va sobre la frase que encabeza la campaña: ¿de verdad el plástico mata? 

Veamos algunos datos: 

1. El plástico prolonga la vida de los alimentos. Y, por tanto, incrementa la disponibilidad de alimentos durante más tiempo para los consumidores. Así por ejemplo, el tiempo óptimo de consumo de un calabacín pasa de 3 días a 14 cuando se envuelve en plástico. Esto significa que hay mayor disponibilidad de alimentos durante más tiempo, que éstos pueden viajar más lejos y que no es necesario producir alimentos a un ritmo tan frenético. 

2. El plástico protege los alimentos, lo que mejora su calidad e incrementa la seguridad alimentaria. El envase elaborado de plástico permite que los alimentos lleguen en buenas condiciones hasta el consumidor porque los protege de la humedad, el calor, olores, luz, microorganismos o infecciones. 

3. Por eso se pueden utilizar menos aditivos en los alimentos. Y por lo tanto, comer de manera más “natural”. 

4. El plástico permite que llegue agua a muchos países de África. Desgraciadamente, todavía existen muchos lugares en los que sus habitantes no tienen un fácil acceso al agua potable. Es el caso, por ejemplo, de Nigeria, Costa de Marfil, Burkina Faso o Ghana, entre otros. En estos países, el agua se compra en bolsas de plástico porque es la solución más segura y económica (las botellas tienen un coste mucho mayor al de las bolsas). Gracias al plástico, millones de familias tienen acceso al agua potable. Prueba de ello es que en Costa de Marfil, la prohibición de las bolsas de plástico generó una manifestación masiva en las calles de la capital del país. Se calcula que unas 200.000 familias podrían quedarse sin acceso al agua si se prohibieran las bolsas de plástico en Costa de Marfil. 

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Entonces, si el plástico aporta estas ventajas además de la sostenibilidad demostrada por los ACV, ¿por qué el plástico tiene tan mala publicidad? 

Porque es un material muy visible y con nefastas consecuencias ambientales si y solo si no se deposita en el sitio adecuado al final de su vida. Si no se reutiliza. Si no se lanza al contenedor una vez reutilizado. Si no se recicla porque el contendor al que se ha lanzado no es el apropiado. En definitiva, si los consumidores no hacemos las acciones pertinentes al final de su vida útil. Y para eso se necesita una mayor educación y concienciación ambiental. 

Si buscáis en Internet “Plastic Kills”, veréis que la inmensa mayoría de las imágenes son de animales que han ingerido piezas de plástico o bolsas que han sido lanzadas al mar. Fijaros que “han sido lanzadas” requiere de un sujeto –llamado además sujeto pasivo, ¡qué ironía!– que sería “por el ser humano”. Y es por eso que es en el ser humano en quién debe caer la responsabilidad. 

Porque no es el plástico el que mata sino la falta de educación ambiental de las personas. No mata el plástico, mata la irresponsabilidad. No mata el plástico, empezamos a matar nosotros el día en que nos volvimos espectadores pasivos y nos olvidamos de nuestro compromiso para con las generaciones venideras. Porque si aplicamos este principio a todo, podríamos concluir que hay muchas cosas que matan y terminar prohibiendo los mecheros (¿acaso no se podrían utilizar para iniciar un incendio?), los chicles (que si terminan en el suelo, pueden ser ingeridos por los pájaros y morir) o los coches (que, sin querer, también matan). 

En definitiva, la responsabilidad no está en el objeto sino en su usuario. Así que dejemos de culpabilizar al material –para vender otros materiales, por cierto– y comencemos a asumir nuestra responsabilidad como consumidores. 

Si queréis más información o leer más artículos de GCR Group, podéis visitar su blog en este enlace.

 

 

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