Las incoherencias y dudas que generan las directrices de la directiva SUP publicadas por la CE

Casi un año después de la publicación de la Directiva SUP sobre la reducción del impacto de determinados productos de plástico de un solo uso, la Comisión Europea presentó el 31 de mayo la guía de interpretación que tenía el objetivo de aclarar y ayudar a los Estados miembros a trasponer de forma armonizada la Directiva, que tiene como finalidad reducir los desechos marinos procedentes de productos de plástico de un solo uso y de artes de pesca.

El plazo para la trasposición de la Directiva finaliza el 3 de julio, por lo que la mayoría de los países se encuentran en una etapa avanzada de su proceso legislativo. Esta guía interpretativa de la SUP llega, por tanto, en un escenario en el que las distintas normas que se están tramitando en Europa están muy avanzadas y poco armonizadas.

Esta falta de armonización, afirma el Director de EuPC, Alexandre Dangis, tendrá como resultado “grandes perturbaciones del mercado interior, lo que obligará a las empresas a adaptar sus procesos de producción a opciones legislativas muy diversas. Esta guía, añade Dangis, “podría haber sido una herramienta muy útil para proporcionar las aclaraciones necesarias”. Y concluye que se ha perdido una oportunidad “dejando a una parte esencial de la industria europea en la incertidumbre sobre el futuro de los diferentes marcos legislativos nacionales”.

pasillo de yogures

En ANAIP coincidimos con EuPC en que la guía no es suficientemente clara en algunos aspectos y no crea la seguridad necesaria para la planificación de la industria de toda Europa. Especialmente en lo que se refiere a la definición de los recipientes de alimentos de un solo uso.

Según el texto de la Directiva, una de las maneras para identificar si un recipiente de alimento de un solo uso está afectado por la directiva debería ser su tendencia a convertirse en basura, en función de su volumen o tamaño, en particular las raciones individuales. Sin embargo, la guía interpretativa no identifica criterios objetivos que puedan determinar cuándo una ración de alimento puede considerarse destinada a una sola persona para consumirse en el momento, lo que crea confusión e incertidumbre a toda la cadena de industrias afectadas, sobre todo al afirmar que el volumen y el tamaño pueden variar según el valor nutricional de los alimentos que contiene y los hábitos de consumo. Además, la guía muestra una clara falta de coherencia entre los elementos claves para distinguir los envases de alimentos de los de bebidas.

Quedan incluidos los  productos de papel y cartón con revestimiento de plástico, de acuerdo con el enfoque original de la Directiva, con lo que ANAIP estamos de acuerdo ya que el plástico es esencial para la funcionalidad, y por ello no entendemos la decisión final de excluir a los materiales poliméricos utilizados como aglutinantes o agentes de retención en productos de papel, lo que parece un intento injustificable de apoyar a la industria del papel.

En ANAIP estamos a favor de todas las iniciativas que tengan como finalidad potenciar la sostenibilidad y la economía circular para alcanzar un modelo en el que se impulse la reutilización, el reciclaje y el uso de material reciclado como nueva materia prima, y la investigación e innovación en todas las fases, y se apoyen los proyectos para reducir la cantidad de residuos que acaban en el medioambiente y en los vertederos y se favorezca la valorización energética de los residuos que no tengan otras opciones de tratamiento”, indica Luis Cediel Director General de ANAIP.

Y añade, “por eso solicitamos el apoyo de todos los agentes, incluida la administración pública, para aumentar las tasas de reciclaje, en el amplio sentido, tanto el mecánico como las nuevas opciones de reciclado químico y orgánico; facilitar la incorporación de la materia prima reciclada en el ciclo productivo; que se determine el fin de condición de residuo de la granza reciclada y que se evite el depósito de residuos en vertederos”. Creemos que los esfuerzos por la sostenibilidad medioambiental deberían enfocarse en estos aspectos en lugar de prohibir el uso de un material o gravarlo solo a él de forma más intensa. Desde nuestro punto de vista este tipo de acciones solo cambiarán unos residuos por otros, sin tener en cuenta un análisis completo de su ciclo de vida.

Los plásticos son aliados de la lucha contra el cambio climático. El uso de plásticos en multitud de aplicaciones disminuye el consumo energético, por ejemplo, si sustituyéramos los plásticos de todos los envases por otro material, triplicaríamos el material empleado para los mimos productos, duplicaríamos el gasto energético y triplicaríamos las emisiones de gases de efecto invernadero.

El sector de la transformación de plásticos en España está compuesto por casi 3.000 empresas siendo el 98% de ellas pymes y micropymes, que dan trabajo de calidad a más de 70.000 personas, generan una cifra de negocio anual de más de 16.000 millones de euros y representan el 1,4% del PIB. La pandemia provocada por la Covid-19 ha demostrado que es fundamental y necesario que España tenga un sector industrial potente que pueda hacer frente a todas las necesidades, especialmente las consideradas estratégicas, sin depender tanto de la producción exterior. Por lo que, ahora más que nunca, debemos apoyar el tejido industrial a la vez que se vela por la preservación del medio ambiente.

La industria de plásticos española considera que hay que avanzar en la vía de la colaboración y no de la imposición, por lo que brinda su apoyo a la Administración para lograr que se cumpla de manera efectiva ese objetivo medioambiental que todos perseguimos.