La recogida selectiva de residuos domésticos está dando grandes resultados en España, con altas tasas de separación y recuperación. Sin embargo, no ocurre lo mismo con los residuos de plástico mezcla procedentes de la recogida urbana que llegan a las plantas municipales. Por eso ha nacido el proyecto PLASMIX: Plastic Mix Recovery and PP and PS recycling from municipal solid waste (Lifeplasmix), un proyecto liderado por FCC y en el que participan entidades como ANAIP, ANDALTEC, LINDNER, STADLER, PELLENC o la Universidad de Granada.
El proyecto comenzó en julio de 2019 con el objetivo principal de demostrar cómo recuperar, separar y reciclar de forma mecánica los residuos de plástico mezcla procedentes de la recogida urbana que llegan a las plantas de selección y clasificación de residuos, evitando así su incineración y vertido en vertederos.
PLASMIX está, por tanto, alineado con la economía circular y con la estrategia europea de plásticos, ya que impulsa la inversión, la investigación y la innovación para que el reciclaje sea rentable y para evitar el littering.
La planta de reciclaje piloto de este proyecto conducirá a una reducción del 90 por ciento en los depósitos de residuos de PP, PS y EPS en vertedero, una fracción de residuos que habitualmente no se recupera ni se recicla. Lifeplasmix pretende convertir estos residuos en granza reciclada de alta calidad lista para utilizarse en nuevos productos.
Esta planta de reciclado incluirá varias etapas: en la primera se realizará un proceso de triaje manual para la separación de materiales impropios (papel, film, metales…) y después una separación usando un sistema de separación óptico en cascada que permita discriminar los distintos polímeros. La segunda etapa incluye un proceso de lavado, separación y secado de material que es muy importante ya que los residuos plásticos mezcla suelen estar muy sucios al proceder de la recogida urbana. La tercera etapa es la de extrusión, que incluye un sistema de desgasificación triple que ayudará a reducir el olor, la humedad y la suciedad de los residuos.
El objetivo es que la tecnología desarrollada en este proyecto esté lista para implementarse a gran escala a finales de 2022 y que se pueda transferir a otras plantas en 2026.
