Reducción del uso de bolsas de plástico: un camino en el que España lleva ventaja

Dentro de unos meses los establecimientos tendrán que cobrar obligatoriamente a los clientes por las bolsas. Es la consecuencia de la aplicación del Real Decreto sobre reducción del consumo de bolsas de plástico que pretende disminuir su uso y que parte de una Directiva de la Unión Europea.

Podemos decir con gran satisfacción que en España se ha trabajado desde hace años en la concienciación y en el consumo responsable, para ANAIP y su grupo sectorial de bolsas ha sido una de las prioridades de trabajo, no sólo con la industria sino también con la administración.

BolsasPlastico

La Unión Europea marca el camino que ha de seguir esta industria en adelante, un camino que, afortunadamente, en España llevamos años recorriendo. En 2008 se pusieron en marcha medidas encaminadas a reducir el consumo de las bolsas de plástico. Entre ellas estaban la elaboración de una norma UNE para definir los requisitos de una bolsa reutilizable, el cobro de las bolsas en muchos establecimientos comerciales y la creación de campañas de sensibilización y concienciación basadas en tres mensajes: uso responsable, reutilización y reciclaje al final de la vida útil en el contenedor amarillo.

Por tanto, aunque el nuevo Real Decreto empiece a aplicarse en 2018, ya partimos de un importante camino recorrido en la disminución del consumo de bolsas en España.

Fruto de estas medidas, en la última década podemos hablar de una reducción del consumo de bolsas de plástico per cápita de alrededor del 60 por ciento. De hecho, algunas superficies comerciales dan valores de reducción de entre el 85 y el 90 por ciento en sus establecimientos.

Angela2“La bolsa de plástico encaja en la Economía Circular porque es un artículo muy eficiente (relación peso contenido/continente), que se reutiliza y que se recicla. Y la bolsa fabricada con plástico reciclado es un plus medioambiental que además cierra el círculo” afirma Ángela Osma, Directora de Asuntos Técnicos y Medioambiente y de la División de Envases de ANAIP.

La bolsa fabricada con plásticos reciclados, promueve la economía circular, ya que, cuando se convierte en residuo, se recicla convirtiéndose en un nuevo recurso para fabricar nuevos productos hechos con plástico reciclado. Desde nuevas bolsas de la compra hasta productos de alto valor añadido como aglomerados asfálticos, hechos con plástico reciclado, para la construcción de carreteras más sostenibles.

Un proceso duro

La disminución del consumo de bolsas de plástico ha llevado aparejada una importante reducción en el número de empresas –y puestos de trabajo– dedicadas a su producción. El proceso fue especialmente traumático entre 2010 y 2012, cuando se cerraron empresas y líneas y se pasó de un consumo estimado de bolsas per cápita de 255 en 2009 a 101 en 2013.

No obstante, tras ese proceso la industria de este sector se ha reforzado. Es una industria motivada, con iniciativa, que está preparándose para afrontar el reto y ofrecer las bolsas ECO requeridas por el futuro Real Decreto, la apuesta por la innovación y el uso de plásticos reciclados.

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“Las bolsas de plástico no son el problema, sino su abandono en el medio ambiente –afirma Mª Carmen del Amo, Directora de Comunicación y Marketing y de la División Industria de ANAIP–. Es importante apelar a los consumidores, dejar claro que está en nuestras manos cerrar el círculo del reciclaje depositando siempre las bolsas en el contenedor amarillo al final de su vida útil”.

En este sentido, en España disponemos de un sistema de recogida selectiva y reciclado (el Sistema Punto Verde, gestionado por Ecoembes) que, a diferencia de otros países europeos, sí admite las bolsas de plástico como un envase más de plástico a reciclar en los contenedores amarillos. Además, desde 1998 existe un acuerdo voluntario entre los fabricantes y los comercios para sufragar los gastos del reciclado de las bolsas mediante la tarifa del Punto Verde.

Así, podemos estar seguros de que todas las bolsas que se tiren en el contenedor amarillo, van a ser gestionadas correctamente, recicladas y convertidas en materia prima para la industria.

Industria concienciada

La reducción del consumo de bolsas de plástico en la última década ha obligado a muchas industrias del sector a reinventarse, apostando por la innovación y el uso de materiales reciclados. Además, son los primeros en mostrar la necesidad de reducir, reutilizar y reciclar.

romero-logo“En Plásticos ROMERO tenemos claro que ninguna bolsa puede acabar como residuo. Todos nuestros esfuerzos se centran en transformar cada residuo en recurso, y es por lo que desde hace años tenemos como principal línea de desarrollo la sostenibilidad”. Plásticos ROMERO se dedica a la fabricación de bolsas para uso comercial y afirman ser conscientes de que “el uso incorrecto contribuye de forma negativa al medio ambiente y por ello abanderamos numerosas iniciativas medioambientales, como la puesta en el mercado de bolsas fabricadas con alto contenido en material reciclado, recuperando así los residuos del contenedor amarillo y los residuos generados por la actividad industrial y que son correctamente tratados”.LogoSmafrava

Desde SAMAFRAVA hacen especial hincapié en que la responsabilidad de cuidar del medio ambiente es una responsabilidad compartida por los gobiernos, las empresas y los consumidores; y animan no solo a utilizar las bolsas de plástico de forma responsable, sino también a desecharlas de la manera adecuada. “Las bolsas de plástico no contaminan por sí solas, el problema no son las bolsas, sino su abandono en el medio ambiente”.

Por estas razones, tanto SAMAFRAVA como Plásticos ROMERO recuerdan que hoy día, los avances en tecnología e investigación permiten fabricar bolsas de plástico reciclables y que proceden de materia prima reciclada. “Nos queda mucho por recorrer –afirman desde Plásticos ROMERO– pero como sociedad estamos mejorando en nuestra conciencia ambiental, ejemplo de ello es el dato de que tan solo un 2% de los residuos encontrados en nuestras playas y costas son atribuibles a las bolsas de plástico (según el Informe Littering Marino MAGRAMA 2016), pero no debemos relajar nuestra postura y como empresa referente en el sector tenemos que motivar las buenas conductas ambientales y valorizar la bolsa con la intención de que sea un elemento concordante con nuestra sociedad, con el fin de conseguir un equilibrio entre desarrollo y respeto ambiental”.