25/06/2025

Plástico frente a cartón, tela o vidrio: abrimos debate sobre la sostenibilidad de los envases

En los últimos años, los plásticos se han convertido en el blanco fácil del debate ambiental. Su imagen pública se ha deteriorado hasta el punto de que, en nombre de la sostenibilidad, se están promoviendo cambios hacia envases de otros materiales como cartón, vidrio o tela que, en muchos casos, tienen un mayor impacto ambiental

La nueva regulación a nivel europeo y nacional busca, con buenas intenciones, reducir la generación de residuos, fomentar la reutilización y garantizar envases con contenido en reciclado y que sean reciclables. Pero la percepción errónea sobre la sostenibilidad real de los materiales está llevando a decisiones poco fundamentadas que afectan especialmente a los materiales plásticos, que enfrentan restricciones.

¿Sustituimos plásticos por materiales menos sostenibles? En este post vamos a desmentir mitos y hablar de verdad sobre envases.

El envase de cartón casi nunca es solo de cartón

¿Crees que un vaso de cartón puede soportar un café que te sirven a 70 u 80 grados? ¿Y crees que unas lentejas no van a empapar un recipiente de cartón? No, el vaso o el envase que te ofrecen como de cartón nunca está fabricado solo con cartón. De hecho, si te fijas, casi siempre llevan un pequeño logo en el que pone “plástico en el producto”. El cartón no es impermeable.

Logo plástico en el producto

Logo impreso en un vaso de cartón de café que indica que tiene plástico

Por eso, para envasar alimentos, es necesario que lleve algún tipo de recubrimiento con film de plástico. Por eso y por todo lo que tiene que ver con la normativa de contacto con alimentos, claro. Estos envases multicapa (de cartón y film plástico) son muy complejos de reciclar, mientras que un envase fabricado solo con un tipo de plástico (los que llamamos monomaterial) es muy sencillo de reciclar.

El cartón, siempre al contenedor azul

El papel y el cartón limpios van siempre al contenedor azul, pero si tienen restos de alimentos, hay que desecharlo en el orgánico o en el de resto.

En cambio, los envases de plástico se pueden tirar al contendor amarillo directamente. El reciclaje de plásticos pasa por varios procesos de lavado durante su tratamiento, por lo que no hace falta lavar los envases antes de depositarlos en el contenedor amarillo.

¿Cómo que agua en caja?

Al hilo de lo comentado en el primer punto, envasar agua en un recipiente que utiliza cartón, aluminio, plástico y adhesivos para unir todos esos materiales puede ser novedoso, puede tener mucha tecnología detrás, pero no es más sostenible.

El reciclaje de este tipo de envases multimaterial es muy complejo. Separarlo todo y reciclarlo por partes es muy costoso. Aun así, hay empresas recicladoras que están empezando a separar el aluminio y el plástico del cartón y fabricando granza de polietileno con una pequeña parte de aluminio: este nuevo material se llama polialuminio y sirve para fabricar productos como maceteros o productos para construcción, pero no para contacto con alimentos. El Comité de Normalización de UNE 53 de Plásticos está trabajando en la elaboración de una norma para este nuevo material que establezca métodos de ensayo y fije criterios como la cantidad máxima de aluminio que puede tener esta granza.

Frente a este proceso tan complicado y costoso, una botella de agua de PET puede recogerse, gestionarse y convertirse en materia prima reciclada con la que fabricar nuevas botellas con 100% de PET reciclado. En este post de nuestro blog te contamos el proceso completo.

Esos envases que parecen de plástico, pero en los que pone que no son de plástico

Spoiler: sí son de plástico. Seguro que los has visto: envases flexibles con un tacto diferente a los de plástico convencional en los que pone que no llevan plástico. Pero sí: suelen ser envases de plástico biodegradable compostable que deben depositarse en el contendor orgánico. Ni más ni menos. Pero qué menos. Este tipo de plásticos son fruto de la innovación del sector para utilizar materias primas procedentes de fuentes renovables.

Desde la industria defendemos que deben utilizarse con cabeza en aplicaciones que realmente aporten valor. Explicar los diferentes tipos de materias primas que se pueden utilizar para fabricar bioplásticos y la diferente gestión de su fin de vida según su origen es muy largo, da para un post completo como este que hemos preparado en EsPlásticos y que podéis leer en el blog.

La paradoja del vidrio

Nos hemos creído que el vidrio es un material muy sostenible para envasar bebidas. Sin duda, da un toque premium a las botellas, que a los ojos del consumidor son reciclables y estéticas. Es cierto: en España tenemos un circuito muy bueno de recogida y tratamiento de envases de vidrio, pero ¿a qué coste? ¿ofrece mejores resultados en análisis de ciclo de vida que las botellas de plástico?

Botellas de vino

El vidrio se utiliza mucho para embotellas bebidas: tiene imagen de material sostenible y premium

El vidrio funde una temperatura de entre 1 400 y 1 600 grados centígrados. El plástico, entre 100 y 260. Imaginad entonces la diferencia en el consumo de energía del proceso de fabricación y reciclado de las botellas de vidrio frente a las de plástico. Y la diferencia en peso de ambas botellas. Y la cantidad de combustible que se utiliza para transportar un contenedor lleno de botellas de agua de vidrio frente a otro de botellas de agua de plástico, mucho más ligeras. Y cuánto cuesta el transporte de las botellas vacías al final de su vida útil hasta llegar a la planta de tratamiento.

De nuevo, para determinar la sostenibilidad de un material hay que tener en cuenta su ciclo de vida completo. Si quieres más información, puedes consultar esta infografía en la que te contamos, entre otras cosas, que sustituir todos los envases plásticos por otros de materiales alternativos supondría triplicar las emisiones a la atmósfera.

Nos encanta nuestra bolsa de tela con mensaje

No soy una bolsa de plástico, Gira 2024 de [inserte aquí el cantante que mejor le parezca], Soy una bolsa sostenible, ilustraciones, logos… ¿Te has parado a contar cuántas bolsas de tela tienes en casa? ¿Las usas todas? ¿Todas, todas?

@climabar ¿Qué os parece nuestra audición? ¿Nos darán el papel de tote bag? No es ningún #bolso de #lujo ♬ original sound – Climabar

Si analizamos los datos, hace falta utilizar muchísimas veces una bolsa de tela para que su impacto ambiental iguale al de las bolsas de plástico reutilizables. Uno de los estudios más conocidos sobre el ciclo de vida de las bolsas es uno que publicó en 2018 el Ministerio Danés de Medio Ambiente.

Los investigadores estimaron cuántos usos de una bolsa de papel o de tela son necesarios para igualar el «impacto medioambiental acumulado» (emisiones, gasto de agua o gasto de energía) de las de plástico. En el caso de las de polipropileno son necesarios 35 usos, 84 si se trata de bolsas de tereftalato de polietileno reciclado, 35 si son de poliéster, 43 usos si son de papel, 20 000 usos para las de algodón orgánico (fabricado sin pesticidas ni fertilizantes químicos) y 7 100 para las de algodón convencional. Así que, la próxima vez que vayas a coger una bolsa de tela en un evento, piensa bien si vas a utilizarla más de 7 000 veces.

Envases de más

En un ejercicio de transparencia, hay marcas que han empezado a comercializar productos (por ejemplo, yogures) en vasos de plástico cubiertos con una lámina de cartón en la que imprimen su logo y sus mensajes. El propio envase indica que cuando te lo termines, tienes que separar ambas capas (la lámina de cartón se retira muy fácilmente) y depositar cada una donde le corresponde: el cartón, que estará limpio al no haber entrado en contacto con el alimento, en el contenedor azul y el vasito de plástico, en el amarillo.

Es de valorar que se busquen alternativas a los envases multicapa de los que hemos hablado al inicio de este post, pero ¿realmente hace falta añadir la capa de cartón? ¿no tendría ese envase menos impacto si prescindiéramos del cartón e imprimiésemos el logo de la marca en el vasito de plástico?

Conclusión: cuidado con la sostenibilidad que nos venden

A veces, la solución más sencilla es también la más eficiente y no siempre la que nos venden como más sostenible soportaría un análisis de ciclo de vida. Creemos firmemente que demonizar los plásticos es injusto y contraproducente. Muchos materiales alternativos que ahora se presentan como «verdes» tienen un mayor impacto ambiental si se analizan con rigor.

La solución no pasa por sustituir plásticos sin más, sino por usarlos de forma responsable, innovar con plásticos más reciclables, reutilizables y ligeros, y educar al consumidor para que sepa separar correctamente y tome decisiones informadas.

Antes de rechazar un envase de plástico, piensa en todo su ciclo de vida. La sostenibilidad empieza por conocer la verdad.

Envases de comida de cartón

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