11/09/2025
El sector español de transformación de plásticos se suma a la voz europea y exige medidas urgentes para salvar a la industria
EuPC plantea las líneas de actuación que deberían ponerse en marcha para mejorar la situación de las empresas, inmersas en una evidente pérdida de competitividad, con unos costes desproporcionados e inseguridad jurídica
La cadena de valor de los plásticos en Europa ha lanzado una seria advertencia: la industria está al borde del colapso y necesita medidas inmediatas para evitar un daño irreversible. La autonomía estratégica de Europa en muchas de sus aplicaciones está en peligro. Desde ANAIP, Asociación Española de Industriales de Plásticos, y como miembros de EuPC, nos sumamos a este llamamiento de la Asociación Europea de transformadores de plásticos y las 28 organizaciones europeas firmantes de la carta dirigida a las instituciones comunitarias.
La crisis de competitividad que atraviesa el sector del plástico amenaza la supervivencia de muchas de las empresas y empleos verdes en toda Europa. También se ve muy comprometida la autonomía estratégica de la fabricación europea de productos plásticos imprescindibles en multitud de aplicaciones (automoción, sanidad, agricultura, construcción y distribución), incrementando así la dependencia de terceros países. Esta grave pérdida de competitividad se ve reflejada en la disminución de cuota de mercado que ha disminuido del 22 % en 2006 al 12 % actual.
A esto se suma que, a finales de 2025, se prevé la pérdida de cerca de un millón de toneladas de capacidad de reciclado, poniendo en riesgo los objetivos de circularidad y de neutralidad climática de la Unión Europea.
Una situación crítica en España
En nuestro país, la situación es aún más delicada por la aplicación del impuesto a los envases plásticos no reutilizables, una medida únicamente aplicada en España ya que ningún otro país europeo ha aplicado este impuesto, que lejos de favorecer la sostenibilidad, ha generado inseguridad jurídica, costes desproporcionados y pérdida de competitividad también respecto a otros países europeos.
- El 70 % de las empresas del sector e importadores no tiene claro si sus productos están sujetos al impuesto y tienen muchas dificultades en estimar su cuantía, generando inseguridad.
- En 2023 la facturación en España cayó en más de 2.000 millones de euros (un 10 % del total) respecto al año anterior.
- Desde la entrada en vigor de la Ley de Residuos y anuncio del impuesto al plástico, las importaciones de transformados plásticos han aumentado en más de 1.000 millones de euros, desplazando a la producción nacional.
- El 40 % de las empresas ha tenido que afrontar más de 50.000 € en costes informáticos y burocráticos asociados al impuesto, y el 69 % prevé pagar más de 30.000 € adicionales en el ejercicio fiscal de 2025.
Estos datos reflejan una presión insostenible sobre un tejido industrial nacional formado en un 98% por pymes, que no disponen de recursos suficientes para afrontar cargas burocráticas y fiscales de tal magnitud, favoreciendo la entrada de productos importados de terceros países que no cumplen las mismas exigencias regulatorias ni de sostenibilidad que en Europa, lo que resta competitividad a la industria nacional. Además, la falta de control en aduanas permite la entrada de materiales reciclados y productos con contenido en reciclado con certificados de validez dudosa, lo que genera aún más presión.
Recomendaciones estratégicas compartidas con Europa
Desde ANAIP nos sumamos a las 28 organizaciones que representan a diferentes sectores industriales y que han dirigido una carta a la Comisión Europea con seis recomendaciones estratégicas, entre ellas:
- Reforzar los controles aduaneros y aplicar medidas espejo a los plásticos importados.
- Estimular la demanda de plásticos producidos en la UE y con contenido reciclado.
- Invertir en infraestructuras de recogida, clasificación y reciclado, apoyadas con incentivos fiscales.
- Implantar tarifas RAP (Responsabilidad Ampliada del Productor) ecomoduladas que premien reciclabilidad y contenido reciclado.
- Garantizar el acceso a la energía a precio asequible.
- Asegurar la aplicación uniforme de la normativa en todos los Estados miembros.
Un llamamiento urgente
La industria española de transformación de plásticos está comprometida con la sostenibilidad y la economía circular, pero no puede hacerlo sola ni en desigualdad de condiciones. Si no se corrige el rumbo, España corre el riesgo de perder una parte importante de su tejido industrial miles de empleos y décadas de inversión en innovación. La pérdida de autonomía estratégica en la cadena de valor del plástico incrementará la dependencia de terceros países para productos esenciales. Los efectos serán muy perjudiciales no solo para la industria sino para la sociedad disminuyendo la disponibilidad y encareciendo el precio de muchos productos.
“Necesitamos potenciar la industria mediante una fiscalidad justa, claridad normativa y armonización europea. Los productos plásticos son esenciales, se utilizan en todos los sectores desde la sanidad, salvando vidas hasta la automoción, aportando ligereza en la distribución de mercancías. Solo así podremos seguir produciendo, innovando y generando empleo en un sector clave para la economía y la transición ecológica”, afirma Isabel Goyena, directora general de ANAIP.

Compartir