18/02/2018
El proyecto que transforma los plásticos recuperados en el mar en gafas de sol
La moda sostenible ya no es un sueño, ha pasado a ser una realidad. En la actualidad no sólo se compran artículos, sino también principios. Es evidente que la contaminación del medio ambiente es un tema con el que convivimos diariamente, por eso es de necesidad buscar alternativas de fabricación que nos aboquen a un mejor futuro.
Integrada en un proyecto de economía circular, la marca de gafas de sol Sea2See, utiliza el plástico recuperado del mar para su fabricación.
Sea2see fue creado en julio de 2016 por François van den Abeele creador de este proyecto, artífice e impulsor de la firma de gafas, por el amor que le tiene al mar con la intención de usar basura marina como materia prima y vender productos que pudieran generar una sensación de pertenencia a una comunidad de consumidores que desea hacer algo por el planeta.
Solicitó permiso a las autoridades locales y portuarias para colocar los primeros contenedores de recolección en los puertos, y contactó con posibles recicladores. También fue necesario sensibilizar a la comunidad de pescadores para garantizar que recuperaran una parte de los desechos plásticos y los equipos de pesca vertidos en el mar. En total, se colocaron más de 100 contenedores en 22 puertos diferentes y ya están recolectando una tonelada de residuos cada día en España.
Una vez que se ha recogido, los residuos se transportan en camión y se almacenan en un hangar cerca de Barcelona. Luego, los trabajadores clasifican los diferentes tipos de desechos y eliminan los desechos que no se pueden reutilizar.
No es fácil convertir desechos marinos que a menudo están muy dañados. El contacto prolongado con el agua de mar hace que los plásticos pierdan muchas de sus propiedades, por lo que, tuvieron que realizar muchas pruebas de laboratorio para obtener una materia prima coherente en forma de pellets de plástico. Ahora pueden fabricar monturas de gafas fiables y resistentes que cumplen todos los requisitos de la industria óptica.
En concreto, las redes les permiten fabricar un material más homogéneo.Todos ellos se someten a una serie de tratamientos para conformar la montura. Con todo, el material resulta mucho más flexible y ligero que el de unas gafas convencionales.
Cada par de gafas elimina 10 kilogramos de plástico del mar.
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